El estadio Vicente Calderón fue testigo de tantos momentos históricos y emocionantes para los aficionados del Club Atlético de Madrid... Sin embargo, en el verano de 2020, llegó el momento de despedirse de este emblemático estadio.
La demolición del estadio se dividió en tres fases. La primera consistió en la retirada manual y clasificación de residuos de la edificación. La segunda fase fue la demolición controlada de todo el estadio, salvo de la grada de tribuna. Y finalmente, en la tercera fase, se llevó a cabo la demolición mecánica de la grada de tribuna.
Durante todas las fases, se tuvo un especial cuidado con los residuos generados por la obra. Se redujeron los tamaños y se clasificó cada residuo independientemente. Los residuos pétreos (hormigón) fueron valorizados en la propia obra, utilizando una planta móvil de machaqueo, y serán reutilizados en las obras de urbanización que se están ejecutando. El resto de residuos, fueron trasladados al gestor correspondiente para su valorización y reutilización fuera de la obra.
El proyecto requirió un gran esfuerzo y una planificación minuciosa para asegurar que se cumplían todos los requisitos de seguridad y medio ambientales. Se colocó ataguía en el río Manzanares para el derribo de la grada de tribuna, y se monitorizaron las emisiones de gases de combustión, polvo y niveles sonoros generados por las obras, con una ingeniería independiente. El grueso del derribo se efectuó en verano para que el desescombro y el ruido no afectara al entorno, con dos centros escolares cerca.
En el lugar del estadio, se construirá un parque conmemorativo, llamado Club Atlético de Madrid, como parte de las obras de transformación de la zona Mahou-Calderón. Con una superficie total de 193.800 m2, el parque incluirá zonas de uso residencial, equipamientos, vías públicas y numerosas zonas verdes. La demolición del estadio Vicente Calderón es solo el comienzo de un nuevo capítulo para la zona y para la afición del Club Atlético de Madrid.